MENSAJES DESDE EL ALMA
PEQUEÑOS RELATOS REALES
Mensaje para dejarte partir
No sabía lo que era amar hasta este momento, porque necesito un amor de verdad para no pensar en mí y dejarte marchar. Mi llanto era mi debilidad más que la libertad que necesitas para volar. Quería agarrarte, anclarte en nombre de un amor con minúsculas que pretendía acallar y cubrir mi vacío más que alentarte a desplegar tus alas. Pero lo he comprendido, me ha desgarrado la consciencia. No te quiero para mí, te amo por ti y tu destino, mi alegría es sentirte en tu camino. Brindo por tu viaje con una sonrisa en esa copa de lo vivido, una copa llena de recuerdos que se me antoja beberla a lentos sorbos, y con cada uno te agradezco el tiempo compartido, ese regalo mutuo que a veces fue muy dulce y otras quemó por dentro.
Estoy soltando amarras para verte alejarte y desearte un mundo fascinante, donde la vida tras la vida te sorprenda gratamente. Después dialogaré con mi vacío, mis miedos e incertidumbres, porque no son más que vacíos y miedos acumulados durante años, de llamar amor a la dependencia, de buscar la seguridad en tus brazos e hipotecar nuestras vidas en aras de lo que llamábamos “querer”. ¿Cómo será amar y no necesitarte hasta la locura en la que me sentí envuelta? Y ahora la vida y tú me lo ponéis en bandeja, es hora de amar de ese modo y no es un simulacro donde suponerlo, es a cielo abierto y bien cierto. Es hora de amarte y sonreír con el alma desnuda de necesidades y egoísmos. Y es que cuando siento menos miedo puedo amarte más, será pues afrontar mis miedos y crear un hermoso jardín en mi vida, entonces no necesitaré llorar, sonreiré brindando por tu cielo y mi jardín. Abriré mis alas con vuelo bajo para no perder el contacto con la tierra que ahora necesito.
Y mientras te lo cuento lo voy sintiendo, ohhh es esto, sí, ahora sé que es amar, y es tan hermoso. Respiro hondo, amo tu libertad y la mía y me encargo de buscar ayuda, no quiero transitarlo a solas, hay muchas personas para hacer el camino más hermoso, cálido y amable. Sí, y mientras me encargo de mí con el corazón y el alma, pidiendo ayuda y regalándome recibirla…Te digo amor: buen viaje, sé que disfrutarás porque mi amor de verdad te ayuda a volar libre. Vive tu destino.
Lucía, ahora sé que te amo.